"Siri, toca Secrets de Mary Lambert"

Don't believe her.

Me han preguntado mucho cómo es vivir con trastorno bipolar y TDAH, que me diagnosticaron en la edad adulta, y la respuesta es la siguiente:

¡Maldita sea!

PERO…

Es manejable.

Me diagnosticaron trastorno bipolar por primera vez en 2020, después de un episodio maníaco que me llevó a querer suicidarme. Lo tenía todo planeado y tenía mis cartas: una para mi madre, otra para mi hermana y otra para mi abuela. Sin embargo, no era mi momento. Mi hermana no paraba de interrumpirme, y seguro que se preguntan cómo se hace eso. Bueno, no dejaba de llamarme porque necesitaba una cosa u otra. Eso sí, yo estaba intentando cortarme las venas con mi preciosa daga (me gustan las cosas bonitas y afiladas). También venía a mi baño y llamaba a la puerta para que le prestara atención. Al final, me fui del baño a mi habitación, pero lo mismo: ¡no paraba de interrumpirme! Así que me di por vencida, pero eso me llevó a buscar ayuda y a que me diagnosticaran.

Esa fue la primera vez que me diagnosticaron. Digo la primera porque luego me diagnosticaron otros tres psiquiatras y no me lo tomé en serio hasta el cuarto.

Quería negarlo porque era más fácil que decepcionar a mi madre. Vivía y respiraba por ella. Para ella, yo era la niña mimada que no podía hacer nada malo. Pero, por desgracia, los padres inmigrantes y la salud mental no se llevan bien. Decir que me dijo algunas cosas desfavorables es decirlo MUY a la ligera, pero lo superamos y pudimos romper el estigma en mi casa y buscar ayuda no solo para mí, sino también para mi hermana y mi padre.

He estado en tratamiento constante desde 2022, cuando falleció mi abuela y no volví a ver la luz al final del túnel. Estaba completamente convencida de que no tenía trastorno bipolar y que era TDAH, pero resultó que era ambas cosas y algo más.

Diagnósticos completos:

- Trastorno bipolar 1

- TDAH combinado

- Trastorno de ansiedad generalizada

- Trastorno de ataques de pánico

- Trastorno depresivo mayor

- TEPT complejo

Vivir con ello en aquel entonces era horrible.

Vivir con ello ahora que tomo medicación, la verdad, ya no está nada mal.

La verdad es que a veces no entiendo por qué la gente se obsesiona con rechazar la medicación, ya que mejoró mi calidad de vida significativamente.

Sin embargo, sigo teniendo episodios y, al parecer, según mi nuevo psicólogo, es porque tengo trastorno bipolar tipo I, no tipo II, y creía que tenía trastorno bipolar tipo II.

¿Sabían que tener un período de manía seguido de tres meses de depresión significa que, de hecho, no estás estable?

Bueno, ahora todos lo sabemos.

Para que se hagan una idea de cómo es un episodio:

1. El último duró de marzo a junio.

2. Estaba en la cima del mundo y luego me lesioné y eso desencadenó la depresión. 3. Tuve una crisis nerviosa y estaba a punto de mudarme de casa de mi madre. Incluso llamé a una entidad crediticia para ver cuánto me podían aprobar y ya elegí una casa.

4. Dejé mi trabajo estable de 9 a 5 como profesora (eso es para otro día).

5. Básicamente, escapé de mis problemas durante un mes yéndome a vivir con mi hermana.

Aunque ahora estoy bien. De hecho, me recetaron un antipsicótico atípico.

¿Lo peor de todo? Nunca sé realmente si estoy feliz y estable o si estoy entrando en una fase maníaca. He estado durmiendo muy bien, así que espero estar estable.

-K